La blasfemia contra el Espíritu Santo.
ESPIRITU SANTOBLASFEMIABIBLIA
Dios es nuestro creador, por lo tanto nos ama con amor eterno y perdona todos los pecados cometidos, debido al sacrificio de Jesús, cuya sangre nos justifica de todo pecado, siempre y cuando confesemos nuestros pecados y nos arrepintamos de todo corazón. 1 Juan 1:9 RVR1960
Para poder introducirnos en esta enseñanza debemos comprender el concepto o definición de la palabra Blasfemia:
etimológicamente significa 'palabra ofensiva, injuriosa, contumeliosa, de escarnio', pero en su uso estricto y generalmente aceptado, se refiere a una ofensa verbal contra la majestad divina de Dios.
La blasfemia es una violación del poder y la majestad de Dios. Puede ser directamente contra Dios, contra su nombre, contra la palabra, contra, o contra los seres angélicales.
El concepto es judío; por eso a Jesús lo acusaron de estar blasfemando cuando perdona pecados (Mr 2:7), o cuando aseguraba ser el Mesías, con lo cual los judios lo tomaban que se presentaba como igual a Dios.
El concepto de “blasfemia contra el Espíritu Santo”, se menciona por primera vez en Marcos 3:22-30 y en Mateo 12:22-32; en ese relato Jesús acababa de realizar un milagro, el cual consistía en expulsar un demonio de un hombre endemoniado ciego y mudo que fue llevado a Jesús. Los testigos oculares de esta liberación comenzaron a preguntarse si Jesús era realmente el Mesías que habían estado esperando, y en su ignorancia un grupo de fariseos, pretendían limitar la fe de la multitud, diciendo “Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios” (Mateo 12:24).
Cuando Jesus fue bautizado por Juan el Bautista, el Espíritu Santo descendió en forma de paloma sobre Jesus, es decir El estaba lleno del Espíritu Santo y el poder que tenía provenía del mismo Espíritu Santo. Lucas 3:22. En ese sentido, en el momento que los fariseos atribuyeron al diablo el poder de Jesus, sin saberlo estaban cometiendo una blasfemia contra el Espíritu Santo.
La blasfemia contra el Espíritu Santo consiste en atribuir a otros seres las acciones del Espiritu Santo, para lo cual describire algunos ejemplos:
Atribuir a Satanás los milagros de Cristo operados por el Espíritu Santo.
Atribuir a los hombres o a demonios la inspiración de la palabra de Dios escrita, al decir que la biblia puede no ser exacta por haber sido escrita por hombres (cuando sabemos que toda la escritura fue inspirada por Dios a traves del Espíritu Santo.)
Poner en duda la manifestación del Espíritu Santo y el poder de la palabra de Dios presumiendo o insinuando que puede ser un engaño.
Creer en Dios pero negarse a creer que nuestro pecado debe ser abandonado, cuando estas consciente que dicha acción es considerada pecado, manteniendose en un estado de contínua incredulidad y falta de arrepentimiento.
Esta actitud es fruto de un corazón incrédulo, indiferente y malicioso que se opone abiertamente al Señor, ya sea para justificar sus malas acciones o para esconderse de forma hipócrita en la gracia de Dios, cuando están conscientes de que sus acciones son consideradas pecados o estan prohibidas ante Dios.
En la actualidad replicar la blasfemia de los fariseos no es posible replicarlo ya que Jesús esta en el cielo y no se encuentra entre nosotros físicamente ejerciendo el poder del Espíritu Santo, pero, al afirmar maliciosamente que su poder descrito en la palabra de Dios está en duda o proviene de un ente maligno.
La mayoría de los expertos en las escrituras concuerdan en que la blasfemia no se trata de un pecado de la lengua o de ignorancia, sino que es una actitud del corazón incrédulo y abiertamente hostil contra Dios que se rehúsa a aceptar el evangelio de Cristo y admitir su necesidad de ser perdonado o de necesitar un redentor. Por esta razón, podemos interpretar que el pecado imperdonable de hoy, al que podemos considerar como Blasfemia contra el Espíritu Santo es el estado de continua incredulidad; esto se debe a que El Espíritu Santo actualmente convence de pecado, justicia y de juicio, a aquellos del mundo que no son salvos (Juan 16:8). Por lo que en la práctica al resistir voluntariamente a esa convicción y permanecer en pecado sin arrepentirse voluntariamente, es "blasfemar" contra El Espíritu Santo.
¿La Blasfemia contra el Espiritu Santo es un pecado que tiene perdón?
No hay perdón, ni en este siglo ni en el venidero, para una persona que rechaza el llamado del Espíritu para confiar en Jesucristo y luego muere en la incredulidad. En el momento antes descrito, Jesús le dijo a la multitud que la blasfemia de los fariseos contra el Espíritu Santo "no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero" (Mateo 12:32). Lo que Jesús quizo decir es que:
La blasfemia contra el Espíritu Santo es un pecado que nunca jamás sería perdonado, ni ahora, ni en la eternidad, y la persona que lo comete como lo dice Marcos 3:29: "es reo de juicio eterno".
Por eso, atribuir intencionalmente la obra del Espíritu Santo al diablo, aún conociendo la verdad de la palabra de Dios es una declaración de su ceguera voluntaria, lo cual es imperdonable, conforme a lo manifestado por Jesús, por esta razón si conocemos la palabra de Dios debemos cuidarnos de cometer alguna blasfemia contra el Espíritu Santo, un pecado que se considera un su rechazo final de la gracia de Dios y a los que lo cometen son abandonados a navegar sin restricciones hacia la perdición, debido a que no hay justificación alguna que pueda llevarlos al perdón ni en esta vida ni en la eternidad despues de la muerte.
Los verdaderos cristianos (quienes creemos en el Jehova-Padre yJesús -hijo) aceptamos que el Espíritu Santo es una persona de la Trinidad y tiene ministerio de consolador asignado por medio del cual convence al pecador, lo regenera, lo introduce al cuerpo de Cristo, le da dones y habita en cada creyente; además, creemos firmemente que el Espíritu Santo es el Consolador prometido por Jesús, el mismo que estará con nosotros para siempre, nos guía a toda verdad y nos da el poder para testificar al mundo el mensaje salvador y transformador del evangelio.
Busquemos la Salvación
En la actualidad el evangelio a sido difundido ampliamente y tu que lees nuestra página, también puedes acceder a la salvación que nos ofrece Cristo Jesus a traves del evangelio, recuerda que por cuanto todos pecamos hemos sido destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23), pero tenemos salvación a traves de la fe en Jesús, por lo tanto, si estás consciente de que como humano has pecado ante Dios, te invitamos a arrepentirte de tus pecados y "si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo." Romanos 10:9
El amor de Dios para todos es evidente: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Y la elección es clara: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rechaza al Hijo no verá la vida, porque la ira de Dios permanece sobre él" (Juan 3:36).
¿Está dispuesto a poner su fe en Dios y aceptar a Jesús en tu corazón y reconocerlo como tu Salvador y recibir este regalo gratuito del perdón y la vida eterna?
Si tu respuesta es un SI, te felicitamos, y te invitamos a seguir adelante con la decisión ahora mismo. No hay una ocasión especial que debas esperar para aceptar e Jesus, el momento es ahora.
Te invitamos a hacer la siguiente oración es una que puedes usar para aceptar a Jesucristo como su Salvador: "Señor Jesús me presento ante ti arrepentido de todos los pecados que he cometido a lo largo de mi vida, hoy te pido que me perdones, te reconozco como mi Señor y Salvador, creo que eres el hijo de Dios, que fuiste levantado de entre los muertos para el perdón de mis pecados y te pido que anotes mi nombre en el libro de la vida. Amén"
Luego de hacer tu oración, te invitamos a anotar esta fecha especial, porque desde ahora eres considerado hijo de Dios, además, te invitamos a asistir a una iglesia Cristiana Evangélica de tu ciudad para que puedas seguir aprendiendo de la palabra de Dios y fortaleciendo tu alma y tu fe, para que no te apartes de Dios, te recordamos que el que persevera hasta el fin será salvo. Mateo 24:13